sábado, 5 de mayo de 2007

Era lógico, era natural, era lo que correspondía. Era un perro viejo.
Era, sin duda alguna su más fiel compañía desde que paulatinamente sus hijos fueron dejando la casa familiar, para luego volver a poblarla de nietos los domingos.
Mariano tenía alrededor de 80 años y una vida hecha, era un hombre sencillo y sobre todo bueno. Era leal, sincero y honesto. Incapaz de dañar a nadie, pero también de pedir ayuda.
Enamorado cada día más de su mujer, a pesar de haber enviudado hace años.
La casa estaba vacía como nunca antes lo había estado, el ultimo de los hijos había abandonado la casa, y con el su mujer y su pequeña hija. Estaban solos, Mariano y su perro, que para estar a la par de sus hijos, solo le faltaba haber abandonado su casa junto con la adolescencia.
Pero el perro no, era el único que no había decidido irse. Era el único con el cual, Mariano tenía un pacto secreto de eterna compañía.
Paisano, así decidió llamarlo hacia ya alrededor de 12 años, al pequeño manto negro que a la larga se convertiría en un animal que jamás dejaría acercar a alguien hasta Mariano, que el presumiera con malas intenciones. Tal vez por ser quien mejor alimentó jamás a un perro, Mariano había ganado la confianza del Paisano, quien a cambio de su plato de comida todo los mediodías, sin hablar le juro a Mariano estar ahí cuando el lo necesite. Mariano lo sabia, ahí estaba su perro.
Las malas experiencias con perros anteriores hacían a Mariano temer que el perro se asomara a la calle. Creía, tal vez, que al conocer las maravillas mundanas de la ciudad el perro dejaría su casa y, con ella, el afecto y el lazo que entre ellos existía, para entregarse al lujo de la libertad y así destruirse. Cada mediodía el perro tenia su comida en el patio, y Mariano se limitaba a verlo desgarrar la carne con sus dientes cada día menos filosos y mas viejos, desgastados progresivamente de tener que lidiar con el esfuerzo de triturar lo que le ofrecían en un amoroso plato.
Nadie jamás entendió, la simpleza que unía a estos dos viejos, amigos, compañeros voraces y fieles, esperando jamás ser uno el que deba enterrar al otro. Ellos, creo, eran uno y uno era el destino que los esperaba. Al menos eso creían.
Paisano empezaba a deteriorarse mas rápido que su amo, las costras que habían aparecido en sus piernas se habían expandido entre su cuerpo, llegando al hocico, su pecho y orejas. Habían cubierto su vida, y la de Mariano.
Muchos veterinarios desfilaron por la casa de Mariano, tratando de mejorar la salud del perro que, pese al deterioro, siempre lograba levantarse al mediodía a degustar, con cada día más esfuerzo, la comida que Mariano preparaba.
Una mañana, Paisano, parecía estar despidiéndose de Mariano, rompiendo el pacto. Parecía dispuesto a, de unas ves por todas, dejarse morir para así lograr frenar esta agonía de días en penumbras entre la vida y la muerte.
Mariano, como cada mediodía, sirvió la comida y se sentó a mirar su perro, que estático, permaneció acostado sin fuerzas para alcanzar el plato.
A la tarde, el silencio se cortaba con aullidos de dolor del Paisano que cruzaban el aire.
Hasta que por fin, Mariano decidió cortar la agonía del perro, ordenando llamar a un veterinario para que le aplicara una inyección letal que permitiera al perro, su compañero, terminar su suplicio.
Los hijos de Mariano se encargaron de ejecutar su voluntad.
El viejo se limito a encerrarse en su habitación, para no ver la terrible ceremonia en donde su compañero seria muerto.
Ya eran las doce de la noche cuando sus hijos pasaron por la puerta de la habitación de Mariano a comunicarle que el perro yacía enterrado en el patio. La agonía había concluido.
A la mañana siguiente Mariano se levanto sonriente y se dispuso sobre la cocina.
Salio al patio y dejo sobre el piso, como cada día desde hacia ya 12 años, el plato de comida para Paisano, y se dispuso a ver comer a su perro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Feloo!!
nuevamentee felicitacioness!!
la vdd me encanta
como te expresas,
i me re gusto el cuento
aunqe para mi interpretacion
el final es re triste :(
no toi mui inspirada
porqe como te comente
se me borro el comentario
qe habia hecho
i ahora hice este
pero esta mas truchito
=S
jeje
exitoss!!
i espero otro posteo =)
aaa i posteaa ese cuentoo
del qe una ves
me hablaste
en un cumpleee!! =P sii?? jaja
te qierooo!!

Anónimo dijo...

Feeee!!..
Buenoo la verdadd..
desdee el primer diaa
que lo hiciste, me pediste
que firmee pero se me pasaba!
i hoii me decidii..
a dejaarte mis saludos!
Noo tengo mucho por decir
porque sabes todo Felo!
Sooss super importantee
Mi hniitoo mayoorr =)
Ell quee siempree taa ahii
cuando mas lo necesiitoo !!
Iii por esoo te qiero Mil..
Por los millones de consejoss..
q me distee i por laa companiaa
que siempree me haces!!
Bueno Feloo i demas esta decirte
que escribis como los dioses!:P
Iii buee..Este ultimoo cuentoo
el Finall.. es raroo.. tiene varias interpretaciones!:S
Peroo me re guuustoo!!
Esperoo.. el Prooxx posteoo
pq me gustaa leerr.. lo que
escriibiiss :)
Tee adoroo feloo

Cruz dijo...

Felo, sumo felicitaciones a tu coherencia para la literatura.
Me gusta la historia, pero necesito saber cual es tu apreciación sobre el final de tu propia historia, porque yo tengo los mios, pero la voy a terminar de entender cuando entienda lo tuyo. No jodo más un abrazo, segui deleitandonos.

Diiá dijo...

FAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, dos horas escribiendo y se me borra todo!!!
Bueno Felii, aca estoy nuevamente..
Emm, me encanta esta pagina...Ta buena...Una linda forma de desahogarte no ??
Bueno...Te tengo que agradecer por haber confiado en mi y apenas conocernos , me contaste algo tuyo y te re agradezco por confiar!!!!
Bueno...espero q te guste el comentario!!!! Te mando un beso grande Feloo...Te quiero...