No te apures más. No bajes los brazos ante la primer negativa. No pongas como excusa a terceros. No te des gustos menores en el camino por más que parezca que es lo que te tocó. A veces conviene esperar para volver a intentarlo. No todas las puertas están tan cerradas como parecen en un principio. No todos los “no” son una sentencia. Siempre es mejor volver a intentarlo.
Siempre y cuando creas que vale la pena.
sábado, 18 de febrero de 2012
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