sábado, 25 de julio de 2009

Lejos


Lejos. Es difícil estar lejos.
Sobre todo cuando aprendiste a estar cerca. Cuando aprendiste, incluso, a considerar cerca distancias que antes parecían largas. Como 9 cuadras, por ejemplo. Antes no caminaba 9 cuadras sin pensarlo y debatirlo con el aire y mis piernas, por lo menos un rato. En cambio ahora, que vos y yo vivimos a 9 cuadras, cuando me dispongo a ir hasta tu casa arranco y salgo. Total, me queda a la vuelta.
Y hoy que hay muchos más kilómetros que antes cuadras de distancia entre nosotros, uno se encuentra inequívocamente lejos. Irremediablemente solo.
Es difícil estar lejos. Es feo estar solo.
Es difícil esperar y llevo semanas esperando.
Por lo menos conseguí pasar la peor parte, y ahora me metí en la semana que desemboca en nuestro encuentro. Aprendí a ver la última semana de distancia como el puente entre el tiempo que paso, donde no estabas, y el tiempo que viene. Donde probablemente no te vuelva a soltar. Y lo aprendí, para dejar la desilusión de la distancia una semana antes y meterme de lleno en la emoción de preparar el reencuentro. Aunque de esta manera la ansiedad es todavía más inevitable.
El próximo sábado te vuelvo a ver y espero que los días pasen volando.
Que no te de tiempo de terminar de sacar los temas con la guitarra, ni a mi de afinar la garganta y nos crucemos rápido.
Total las canciones, como todo en nuestra vida, nos salen más lindas sin ensayo y a dúo.

domingo, 5 de julio de 2009

S/W 38º 22' 39''


30 días
4 semanas y un fin de semana
720 horas
43200 minutos
2592000 segundos


Números, porque mis palabras no te gustan, que demuestran que un mes, es mucho tiempo.