martes, 6 de noviembre de 2007

La cuenta-cuentos y el escritor


Él le dijo que viniera, quería mostrarle que el mundo giraba por si mismo. Quería mostrarle que no hacia falta que ellos dos estuvieran donde el común de las personas debían estar. Porque ellos no eran comunes.
Eran dos alfiles en un tablero, queriendo ser Rey y Reina y que no los encasillen. Ellos no quieren comer a nadie.
No soportaban la idea de que alguien los mueva. No creían en dios.
Exhibían sus dedos, con la esperanza de que alguien se acercara a tocarlos.
Ella leía en voz alta los cuentos para que él los escuchara. Él escribía en silencio los cuentos, para que ella los leyera. A ella le gustaba que sea su propia voz, la que pronuncie esas palabras divinas. A él le gustaba que sus palabras fueran pronunciadas por esa voz divina.
A ella le gustaba pensar en lo que podía aprender de él. A él le gustaba aprender a pensar en ella.
Ella tenía todo para dar. Él necesitaba recibir.
Ella siempre había intentado hacer las cosas bien. A él todo le había salido mal.
Ella le temía a la oscuridad. El llevaba años tratando de ver la luz.
Ella esquivaba los techos para seguir creciendo. A él le temblaban los huesos de no crecer.
Ella ve a un amigo en él. Él esta enamorado de ella.

( A la Bella Durmiente)